Te dejamos con un resumen de lo acontecido en este episodio, no te lo pierdas, porque es de cosecha propia, no lo hemos copiado de ningún lado:
-Contiene Spoilers-
EL primer capítulo de la undécima temporada de CSI Las Vegas comienza con la muerte de un agente de policía. Después, se celebra el funeral y explotan varias bombas, que causan la muerte de otros tres agentes de policía, pero gracias a la labor del criminalista Nick Stokes, no es una masacre.
Entonces, el equipo de CSI se pone a investigar. Se reúnen en primer lugar las pruebas, y gracias a la tarjeta SIM del teléfono móvil que habría actuado como detonador, consiguen dar con algunos sospechosos en una secta.
Siguen investigando y descubren que en realidad, la bomba principal la habría detonado un avión por control remoto vía radio. Este avión lo habría comprado Jason McCann (Justin Bieber) , a quien interrogan:
Jason dice que él en realidad sólo habría comprado el avión y nada más, que en realidad su hermano mayor de 21 años, Alex, habría sido el fabricante de las bombas. Al principio no quería darles a los investigadores el paradero de su hermano, pero se lo da a cambio de que le prometan que no iban a hacerle daño. Nick Stokes es el CSI quien le hace la promesa.
Salen entonces en busca del hermano, a quien le interceptan en un supermercado, y tras darle el alto, el hermano McCann saca una pistola para defenderse, pero los policías le abaten a tiros, por lo que la promesa que le hizo a Jason el CSI Stokes queda rota.
Paralelamente, la CSI Catherine Willows acude al aviso de que se ha encontrado un cadáver, y después del registro de los alrededores, explota una segunda bomba, sin causar muertos.
Entonces es cuando sale Jason con esta mirada:
Se hace creer a la audiencia que Jason es quien ha puesto las bombas en realidad, y no su hermano Alex de 21 años. Es cuando dice Willows: -esto aún no ha acabado-
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